Infiltraciones intraarticulares

Una de las modalidades terapéuticas no invasivas más efectivas.

La infiltración consiste en la inyección de sustancias analgésicas y antiinflamatorias que producen, en general un gran alivio de la sintomatología y tiene pocos efectos secundarios.


Infiltraciones de Corticoides

El Acetónido de Triamcinolona (Trigón Depot*) es de los diversos análogos sintéticos el que mejor resultado  ha aportado, probablemente por su menor solubilidad y duración del efecto local más prolongado.


Anestésico local

Los beneficios de este tipo de anestésicos son por un lado, el alivio inmediato en el punto de la inyección y por otra parte ayudan a la disolución del corticoide, mejorando su difusión, reduciendo así el riesgo de atrofia de los tejidos dañados y la frecuencia de artritis por microcristales de corticoides. 

La dilución recomendada es de 1:1 y alguno de los anestésicos más utilizados son Lidocaína , la Xilocaína o la Mepivacaína.


Ácido Hialurónico

Es una sustancia generada por la membrana sinovial y secretada de forma continua en el interior de las articulaciones. Este ácido hialurónico se va regenerando diariamente en las células, pero con el paso del tiempo, la cantidad de esta sustancia se va reduciendo llegando al 50% al llegar a los 50 años, generando problemas articulares.

Estudios médicos demuestran que la inyección intraarticular de Ácido Hialurónico puede ayudar as restablecer las propiedades viscoelásticas del líquido sinovial proporcionando una mejora del dolor y la mecánica articular. 

Los efectos del Acido Hialurónico son: 

  • Lubricación: minimizando la fricción se consigue movimientos más ágiles.
  • Absorción del impacto de las articulaciones al andar, disminuyendo el dolor en el movimiento.

Es común que después de la primera infiltración, sienta dolor durante las 48 horas siguientes, es normal, ya que al efectuar la infiltración e introducir el líquido dentro de la articulación se produce una tensión que antes no existía.

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